- En los ojos, los ojos no mienten, se ve que una ya está pasada, lista para el arrastre...
- Penurias,
hambre, trabajos forzados y, aparte de todo, un borracho: Hilario.
- "Siempre
me criticaste", respondió, "sin conocer mi gran virtud: El ahorro".
Una
enfermera de sesenta años, enjuta y cansada, luce una pulsera de oro en una muñeca. Cubre el traje blanco, impecable, con
un suéter cuyos colores vieros sus mejores años. Su cofia esta rota.